Para observar un eclipse solar hay que tener cuidado con la vista, puesto que corremos peligro de sobreexponer la retina y causar una ceguera temporal o definitiva. Para evitar dañar la visión, se pueden utilizar unas gafas específicas para ver eclipses, o unos cristales de los que llevan las gafas de soldar, de una densidad superior a 14. No se deben utilizar radiografías, carretes velados o revelados o gafas de sol, según los expertos.
Si se observa el eclipse con instrumentos específicos, como telescopios o prismáticos, deben estar equipados con los filtros adecuados para estos fines, NUNCA sin protección, puesto que actúan como una gran lupa y puede quemarnos la retina de forma irreversible.
Una forma fácil de utilizar unos prismáticos es enfocarlos hacia el Sol (sin mirar a través de ellos, evidentemente) y colocar un espejo en el visor. Como la luz del Sol es potente, podemos utilizar el espejo para reflejar los rayos de luz y proyectar la imagen del disco solar en una pared o en una pantalla, como si de una película se tratase. Es importante interrumpir cada varios segundos la observación por este método para evitar dañar los prismáticos. Si realizamos el proceso en una habitación oscura el efecto es más apreciable.
En cualquier caso, aunque se disponga de un equipamiento adecuado, los expertos recomiendan no mirar de forma continuada hacia el Sol. Además, si al cerrar los ojos conservas una imagen persistente del disco solar, debes parar inmediatamente de mirar al Sol.
Aunque en el enlace que aparece arriba podemos volver a ver la retransmisión completa, otra opción es ver el siguiente vídeo, de unos pocos minutos, de la parte del eclipse en la que la Luna tapa completamente el disco solar (fuente: BBC).
Estupendo ya no nos quemaremos las pestañas por quedar embobados mirando el sol
ResponderEliminargracies
MJRV